Kristina era bastante difícil de convencer para quedar en persona, pero eso no le detuvo. Al contrario, le hizo pensar que ella debía de ser muy especial, ya que él solía conseguir citas con facilidad. Llevaban chateando en línea mucho más tiempo de lo que a él le hubiera gustado, y ella seguía rechazando propuestas de citas una y otra vez. Con el tiempo, la conexión y la confianza entre ambos fueron creciendo. Aunque vivían muy lejos el uno del otro, tampoco fue fácil. La primera cita fue en el país de él, pasaron una semana juntos y más tarde le tocó a él visitarla a ella. Ahora son una pareja joven, fuerte y ambiciosa que disfruta mucho de su relación. Como todas las parejas, a veces discuten y conocen bien sus defectos, pero los aceptan como parte de su carácter. El hecho de conocerse por Internet les preparó para lo bueno y lo malo de las relaciones y para conocerse mejor antes de comprometerse. Desde hace unos meses viven juntos y vislumbran un futuro brillante.