La verdad es que nunca había vivido algo tan increíble y espontáneo como lo que viví con Emma. Ella vino a Bogotá a pasar las vacaciones de sus sueños, pero surgieron problemas por todos lados: su maleta se perdió y su reserva de hotel estaba mal, ya que en realidad quería alojarse en un Airbnb. Mi compañero de piso se fue de vacaciones y ahí vi la oportunidad perfecta de conocerla mejor. No negaré que estaba un tanto nervioso, pero no me arrepiento en absoluto. Nos conocimos en el aeropuerto, fuimos a mi piso y tomamos unas copas. Ella descansó un poco de su vuelo y después salimos a la calle y le di un tour por la ciudad para que no se perdiera. Debo reconocer que fue una experiencia inolvidable.
Ahora estamos muy felices juntos. ¡Damos las gracias a Dating.com por hacer todo esto posible!